lunes, 29 de enero de 2018

¡ALERTA!!! La coca tradicional en peligro


TESTIMONIO de Romer Gregorio Cari Lauro*
 
"Escribo esta nota como cocalero, productor de coca ecológica por excelencia". 

"Tuve la bendición de nacer en Apolo, a 16 horas de la sede de gobierno, donde no existe un buen hospital. Mi madre que para que yo venga a este mundo  maravilloso,  ella tomó mate de coca y fue asistida por mi abuela partera, quien p´ijchó coca durante el parto. Así nací, en medio de la coca, que es mi cultura, mi tradición y que representa mi todo…


La coca ha existido desde tiempos remotos. Ha soportado gobiernos de facto, dictaduras, neoliberales., pero ahora  -más que nunca-  la planta sagrada sufre un atentado, una violenta erradicación con el eslogan de “lucha contra el narcotráfico”. Parece que se pretende hacer desaparecer la coca originaria en las zonas tradicionales, fomentando y favoreciendo la producción en otras zonas no aptas históricamente. Caso concreto Chapare.

Para nadie es un secreto que más del 90% de la coca de Chapare va al narcotráfico (datos de UNODOC).  Ahí,  los productores de las 7.700 hectáreas de coca legalizadas recientemente con la Ley 906 que es la Ley General de Coca y su respectivo Reglamento cuentan  con el apoyo  directo del mismo presidente “indígena” “cocalero” del estado plurinacional, don Evo Morales Ayma, quien es al mismo tiempo (seudo) dirigente de las seis federaciones de esta región, que responden básicamente al partido oficialista, el MAS. Solo les interesa la venta acelerada de la hoja de coca, a un mercado ilícito, sin importar el atentado que realizan en contra de los acullicadores,  utilizando cada vez más agentes químicos. Solo prima lo mercantil.  Ni los mismos pobladores del Chapare utilizan su coca para el consumo, aunque en los mercados autorizados del país se mezcla estas hojas fumigadas con las hojas orgánicas provenientes de nuestras zonas tradicionales, haciendo creer al acullicador que consume coca sana ecológica sin productos químicos.

Durante  los 11 años de gestión de gobierno del MAS fue evidente el fracaso de la lucha contra la producción excedentaria de coca. Las políticas se manejan por decisión política o favoritismo del “clan cocalero excedentario”; caso concreto la “cocalización” de la localidad de Caranavi, antes capital cafetalero de Bolivia,  hoy bastión del gobierno,  Es decir que dichas políticas responden básicamente a un cálculo político para optar más votos.

Para cualquier gobierno de turno que quiera erradicar  estos cocales será muy difícil ya que  sobre todo los 35.000 productores de coca de Chapare consideran las últimas disposiciones legales como una conquista social.  Nosotros sabemos que éstas han sido arbitrarias y profundamente irresponsables.

Lamentablemente en los  diferentes foros internacionales no participamos los actores productores tradicionales de la hoja de coca del departamento de La Paz, (las provincias Nor, Sud-Yungas e Inquisivi, Apolo, parte de Muñecas, Murillo, y Franz Tamayo) y del departamento de Cochabamba (Tiraque, Carrasco y Yungas de Vandiola) para contar nuestras vivencias. En total somos más de 50.000 productores tradicionales de la hoja de coca a nivel nacional y nuestra coca – en buena medida- sirve para el acullico y un consumo responsable en Bolivia, como también en Argentina.

Aunque resulta difícil de creer, pero el mundo tiene que saber que en las zonas tradicionales vivimos una situación de  erradicación forzosa, estigmatización, persecución y represión.

Pues, se vienen momentos difíciles para la familia cocalera. Nuestras organizaciones están divididas. Muchos de nuestros dirigentes son comprados o viven bajo todo tipo de amenazas. Nos enfrentamos en los debates y en las calles, cuando denunciamos que se está vulnerando el artículo 384 de la Constitución Política del Estado, que define que “El Estado protege a la coca originaria y ancestral como patrimonio cultural, recurso natural renovable de la biodiversidad de Bolivia”. En la práctica pasa lo contrario y la coca tradicional está en peligro.

Más aún,  la reciente aprobación de la ley 906 está llevando a mayores enfrentamientos entre las familias cocaleras, habiendo establecido tres categorías de producción de coca -incluso rompiendo el ecosistema- favoreciendo sobre todo a la región de Chapare.

Esta ley y su respectivo reglamento claramente buscan opacar la desviación de la coca al narcotráfico,  mientras que los productores de la coca originaria y ancestral pedimos  que se restituya un derecho vulnerado; reclamamos al señor Evo Morales y a los señores de la Asamblea legislativa que respeten  la Constitución. Incluso hace poco acudimos al Tribunal Constitucional, pero  la respuesta que obtuvimos  en el marco de su “ratio decidendi” es que no se vulnera la Constitución, ni mucho menos que la ley 906 sea contradictoria a la CPE.

Por eso nuestra ALERTA. Una severa llamada de atención para que el pueblo de Bolivia - que sufre las consecuencias del narcotráfico, la violencia  y las enfermedades por consumir coca fumigada- y las instituciones internacionales de Derechos Humanos reaccionen".


                      “Mama coca eres recreo de la niñez, esperanza de la juventud, consuelo de la vejez; nunca  claudicaré en  tenerte  respeto”.


*Romer G. Cari, estudiante de Derecho UMSA e
integrante de la Plataforma Coca Orgánica Libre e Informado – COLI

C.I. 6755664 La Paz - Telf. 78806014

www.colibolivia.blogspot.com

 




1 comentario:

  1. Con su lamento Romer Cari se junta a la larga lista de personas quienes desde tiempos coloniales han denunciado el abuso de 'la hoja sagrada'.
    Para que se venda la cocaína proveniente de su baluarte tropical, el presidente Morales ha perdido una oportunidad histórica para promover la hoja orgánica y sus calidades benéficos. Así es que, bajo el manto de la defensa de la hoja, el dirigente cocalero se ha hecho participe del juego sucio de aquellos quienes como presidente proclama combatir.
    ¡A mí el muro de lamentaciones!
    Frans Bronkhorst

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